El hongo Ceriporia provoca que la madera se pudra en los árboles, pero también tiene un lado positivo, ya que ayuda a reforzar la eficiencia de los fertilizantes.
Según un nuevo estudio, la adición de este hongo al suelo permite cultivar tomates utilizando menos fertilizante. Debido a que, los tomate tienen un período de crecimiento prolongado y necesitan más nutrientes, en particular nitrógeno y fósforo. El suministro de estos nutrientes a través de un fertilizante químico es ineficiente, porque los nutrientes pueden lixiviarse, evaporarse o quedar atrapados en compuestos insolubles en el suelo , entre otros problemas. Por ello, los agricultores suelen aplicar grandes cantidades de fertilizantes químicos para aumentar el rendimiento del tomate, pero da como resultado una fruta de mala calidad, desperdicio de fertilizantes, deterioro del suelo y contaminación.
Además, lleva mucho tiempo, es costoso y reduce las poblaciones de microbios beneficiosos en el suelo. Por lo cual, un grupo de científicos de la Universidad del Suroeste de China, dirigidos por Jianguo Huang, se dieron cuenta que una cepa específica del hongo Ceriporia es inofensiva para los tomates. Este crece en los árboles y cuando está presente en el suelo, emite enzimas como proteasas y fosfatasas para obtener nutrientes del entorno inmediato. Al hacerlo, el hongo libera nutrientes -incluidos los suministrados previamente en los fertilizantes- que de otro modo habrían permanecido “encerrados” en los compuestos naturales del suelo. Estos nutrientes pueden ser absorbidos por las plantas para que se desarrollen adecuadamente. Dando, por resultado un cultivo sea más productivo y libre de fertilizantes químicos. El hongo, que no daña los tomates, sino que mejora la nutrición y el sabor debido al aumento de la proporción del azúcar y ácido de los tomates.
Traducido y transcrito por Agribusiness Ecuador
Fuente: Horti Daily